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  •  02/05/2017  •   Social

Nicolás Dameto, del RCNP a la tripulación del barco más grande del mundo

Dio sus primeros bordos como regatista en el Real Club Náutico de Palma y hoy es el único español en la tripulación del “Royal Clipper”, el velero de crucero más grande del mundo (134 metros, cinco mástiles), donde ocupa el cargo de tercer oficial. Nicolás Dameto (Palma, 1992) estudió Ingeniería Náutica y Transporte Marítimo en Santander. Desde que terminó la carrera, no ha parado de navegar. La breve recalada en Palma del “Royal Clipper” le ha dejado hoy unas horas para visitar a su familia y atender a la oficina de prensa del RCNP.

Pregunta.- ¿Dónde nace su afición por el mar?
Respuesta.- Creo que la llevo conmigo desde el momento en que nací. He crecido en una isla y ello ya conlleva un contacto permanente con este medio.

P.- Tengo entendido que su abuelo materno tuvo mucho que ver en esa afición marinera.
R.- Así es. Don Antonio Ordinas Lladó, mi abuelo, miembro y socio del Real Club Náutico de Palma durante sus años de vida, fue la persona que despertó mi pasión por el mar. Yo empecé a navegar en el club, como muchos otros niños, en los cursos de verano, con las gambas. Después hice un periodo corto en Optimist, pero cogí miedo al volcar y no fue hasta los 14 o 15 años cuando mis padres me compraron un 420 de segunda mano con el que disfruté de navegar cada fin de semana hasta los 16, aproximadamente. Después vino el Bachiller y vendí el barco. La verdad es que nunca destaqué en regatas durante ese tiempo. Mi objetivo era sentir el mar.

P.- Luego llega la Universidad…
R.- Estudié Ingeniería Náutica y Transporte Marítimo en la Escuela Técnica Superior de Náutica de Santander, la antigua Escuela Técnica Superior de la Marina Civil. Allí no sólo me formé como marino, sino también como regatista. Empecé a navegar en el First 40.7 “Yamamay”, en el que acabé compitiendo durante los cuatro años de carrera. Ganamos muchas regatas. Además, durante esos años, tres días a la semana entrenaba en la clase Snipe en la bahía de Santander. Pude participar en un campeonato de España, en un campeonato de Europa en Italia y en varios trofeos en la costa de España. Tambien participé en una SuperYacht Cup en Palma a bordo del Maxi “Kiboko”.

P.- Su carrera profesional ha sido meteórica. Es usted muy joven y, sin embargo, ya ocupa el puesto de tercer oficial en el velero más grande del mundo, el “Royal Clipper”.
R.- Bueno, como dice soy muy joven y me queda mucho por aprender. En la mar la experiencia es un grado y espero que me quede muchas millas y vivencias por la proa.

P.- Se agradece su humildad, pero no es menos cierto que ya ha navegado bastantes millas. ¿Cómo fueron sus primeros pasos en la marina mercante?
R.- Al terminar los estudios de Ingeniería Nautica (puente) tuve oportunidad de embarcarme en la compañía francesa CMA CGM. Es una naviera de carga que transporta principalmente contenedores. Actualmente es la tercera compañía en el ranking mundial. Ahí me formé como alumno de puente en tres buques distintos, el más grande con una eslora de casi 364 metros. He navegado por rutas que iban desde la India, cargando y descargando en puertos de países como Pakistán, Arabia Saudí (pasando el Mar Rojo y el canal de Suez cuatros veces) y Egipto, hasta la costa este de America, como Nueva York, Norfolk, Savannah y Charlestown. Otra de las rutas que hice iba desde California (Los Angeles y San Francisco) hasta Asia, pasando cerca de Alaska y repostando en Rusia. He cruzado el Atlántico Norte tres veces con buques de carga y una vez a vela. El Pacífico Norte han sido cuatro veces con carga.

P.- ¿Y cómo llegó al Royal Clipper?
R.- Con el título universitario y 364 días de mar como alumno de puente, obtuve mi licencia de oficial de la marina mercante española. En este momento decidí intentar continuar mi carrera profesional en cruceros. Star Clippers me dio la oportunidad de entrar en la compañía, pero de nuevo como alumno. Las diferencias entre buques de carga y cruceros son bastantes a nivel interno y más teniendo en cuenta que este es el barco más grande del mundo de vela. Pasados dos meses obtuve mi ascenso como tercer oficial.

P.- ¿Y cuáles son sus funciones?
R.- A bordo me encargo de la guardia de ocho a doce de la mañana y de ocho a doce de la noche. Aparte soy el “Safety Officer”, es decir, el responsable de todo lo que tenga que ver con la seguridad operacional a bordo. Navegar en un barco de estas características es único y hace que la experiencia vivida también lo sea. Justo acabamos de llegar del Caribe. Cruzamos el Atlantico hace una semana parando en Azores y luego Lisboa.

P.- El “Royal Clipper” es un barco de cinco palos. No quiero ni pensar cómo es la maniobra.
R.- El aparejo del barco es complejo y hay que tener muchas cosas en cuenta en cualquier maniobra. Eso sí, es un gusto ver tantos marineros tirando de cabos, cosiendo velas, reparando mástiles, gabias y demás durante la navegación.

P.- ¿Navega mucho a vela?
R.- Sí, sí. Siempre que el viento lo permite vamos a vela. Hay 42 velas y cada una tiene un nombre distinto. Verlas todas juntas desde barlovento, cuando el sol se esta poniendo, respirando la brisa marina, oteando el horizonte y escuchando el sonido que hace la proa cuando corta el agua es un algo único,

P.- ¿Muchos compatriotas en la tripulación?
R.- He navegado con gente de Croacia, de Rumanía, de Montenegro, Filipinas, Indonesia, India, Rusia, Estonia, Italia, Polonia, Ucrania, pero nunca con ningún español. Es un placer hablar mi lengua siempre que tengo la oportunidad de hacerlo y, por supuesto, volver a Mallorca, mi casa y tierra, después de cada embarque.