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  •  14/07/2015  •   Social

Construyendo el futuro

A finales del mes de junio el Real Club Náutico de Palma registró en la Autoridad Portuaria de Baleares su plan de remodelación. La presentación del proyecto básico fue autorizada por la última Asamblea General de Socios y los planos permanecieron expuestos en el club los días 13 y 14 del pasado mes de julio.

Por JAVIER SANZ, PRESIDENTE DEL RCNP

El RCNP tiene 67 años de historia, aunque sus orígenes se remontan a 1891, en que fue creado el Club de Regatas, una de las dos entidades que se fusionaron en 1948 para dar lugar a lo que hoy es nuestro club. En este número de A bordo encontrarán más información sobre esta historia apasionante de boca de varios de nuestros socios cincuentenarios, que recuerdan, entre otras muchas cosas, cómo el ingeniero Gabriel Roca, autor del Paseo Marítimo de Palma y pionero de la modernización de Mallorca, se comprometió a crear “uno de los mejores náuticos de Europa”. No sé si aquella declaración fue simplemente retórica, pero lo cierto es que el tiempo le ha terminado dando la razón: el RCNP está reconocido hoy como uno de los diez clubes más prestigiosos del mundo.

Mucha gente se preguntará por las razones que nos han llevado a presentar un proyecto de mejora de nuestras instalaciones en este momento. Hay muchas (tal vez la más visible es la falta de espacio acuciante que sufrimos en nuestra explanada de vela ligera), pero la principal no es otra que la necesidad de realizar una inversión significativa para poder renovar la concesión portuaria, que expira en 2021, de acuerdo con lo que estipula la vigente Ley de Puertos.

Las diferentes Juntas Directivas que nos han precedido se han preparado para afrontar este momento decisivo, practicando una política económica responsable y sostenible que hoy nos permite embarcarnos en una obra sin duda importante -8 millones de euros- sin necesidad de solicitar ninguna aportación extra a nuestros socios. Todos juntos hemos hecho un buen trabajo y es justo que ahora recojamos los frutos.

Lo tenemos todo de cara para sentar las bases de nuestro futuro, obteniendo una ampliación de concesión por un periodo de 20 años, pero no debemos ocultar que el Real Club Náutico de Palma está en el punto de mira de inversores que harán todo lo posible para que el puerto se subaste y así poder convertirlo en un pingüe y frío negocio de aparcamiento de barcos. Estas fuerzas que nos amenazan no quieren que trasciendan nuestra condición de entidad sin ánimo de lucro, nuestra solera, nuestra implantación social y mucho menos el trabajo de promoción deportiva que llevamos a cabo, ya sea formando a los navegantes del futuro u organizando acontecimientos que, como la Copa del Rey que acogemos a principios de agosto, tienen un enorme impacto económico (más de 11 millones de euros en beneficio directo) en la economía de Mallorca. Ha llegado el momento de que todos y cada uno de los miembros del RCNP reivindique individualmente y en sus círculos de influencia los valores que nos han llevado a ser líderes mundiales, para que sean tenidos en cuenta en el momento de renovar la concesión y para que esa travesía que comenzó a finales del siglo XIX y se afianzó a mediados del XX nos lleve con viento de popa los próximos cinco lustros, como mínimo. Es mucho lo que está en juego. Es todo.